Escrito por: Ernesto Munive
Todos, en algún momento de nuestras vidas nos hemos visto en situación de vender un producto, una idea y hasta vendernos a nosotros mismos y, por otro lado, hemos tenido que tomar una decisión importante en base a ciertos argumentos que nos presenta alguien que quiere vendernos algo. Entonces, todos, todo el tiempo estamos asumiendo el rol de vendedores y de clientes.
Esta es la historia de Margarita, una niña muy bonita que estudió en una escuela y colegio privados, en donde compartió durante varios años lindas experiencias con muchos de sus compañeros de clase. Conforme pasaba el tiempo Margarita se iba poniendo cada vez más bonita, causando admiración en todos quienes la conocían, y de manera especial en Carlos, quien se sentía muy atraído por Margarita pero, que por su timidez, nunca se atrevió a decirle lo que por ella sentía.
Al final, todos se graduaron y cada quien siguió su camino. Al cabo de unos dos años, Carlos que había ingresado a la facultad de Marketing y Ventas en una universidad privada de su ciudad, mientras se encontraba en la biblioteca revisando unos textos de consulta observa a una hermosa chica de cabello reluciente que estaba sentada en una de las bancas del amplio salón, apenas lo podía creer, era ella, estaba allí, era Margarita, la más bonita de su clase.
Armándose de valor, con su corazón latiendo a mil, decide acercarse y saludar a Margarita diciendo: - Hola Margarita, no puedo creer lo que mis ojos ven, ¿no me digas que estás estudiando en esta universidad?, Margarita gratamente sorprendida también se alegra por el encuentro, pues a Carlos siempre lo había considerado como un chico educado, respetuoso y además muy dedicado.
Carlos, decidido a declararle su amor a Margarita, aprovecha la ocasión y le invita a tomar un café, a lo que ella con agrado acepta. Llegan al lugar y Carlos sentado al frente de Margarita le dice:
-Margarita, quiero que sepas que tú siempre me gustaste desde el primer día en que te conocí y cada vez que te veía, era como si mi corazón se saliera de mi pecho, pero nunca tuve el valor de decirte algo. Ahora que te he vuelto a encontrar, quiero decirte que me gustaría muchísimo que seas mi novia. Margarita sorprendida, se quedó mirando a Carlos sin saber qué responder.
Carlos continúa y le dice: -Por favor déjame explicarte. -Te cuento que ahora estoy estudiando Marketing y Ventas porque en el futuro quiero ser un importante hombre de negocios. Además de estudiar, tengo un excelente trabajo y gano muy bien, lo que significa que siempre tendrás todo lo que necesites y mucho más. Te cuento también que me acabé de comprar un lindo auto, lo que quiere decir que nos servirá para pasear y disfrutar visitando muchos lugares juntos. Además te cuento que mis padres me ayudaron para comprarme un departamento, esto permitirá que en el momento en que nos casemos tendrás tu casa propia. También quiero que sepas que valoro mucho la fidelidad, lo cual te garantiza que nunca sufrirás por una traición de mi parte. Así mismo, me considero una persona muy responsable, eso quiere decir que siempre me voy a ocupar de las cosas de nuestro hogar y de tu bienestar. Soy muy respetuoso y considerado, lo que significa que nunca vas a sufrir por maltratos de mi parte y finalmente debo confesarte que soy muy cariñoso, con lo que te garantizo que siempre te vas a sentir muy querida.
Antes de esto, Carlos había seguido un curso de ventas en donde aprendió a manejar características vs. beneficios, sabía que lo que la mente del ser humano compra son beneficios, el verdadero valor de las cualidades de un producto, una cosa o una persona, es decir, el valor simbólico de las cosas. Así que utilizó está técnica para conectar con las emociones y hacer su mejor venta con Margarita. Y ¿saben qué?... ¡Margarita compró! Y desde ese mismo día ella aceptó ser su novia y luego de un tiempo se casaron y fueron muy felices porque además, cuando Carlos quería lograr algo de Margarita, siempre siempre, le hablaba en términos de ¡beneficios!
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